Mulas del Narcotráfico

El presidente no considera delincuentes a las “mulas” del narcotráfico sino personas agobiadas por la miseria. Dijo que eran víctimas del sistema, que pobres y desempleadas se dejaban seducir por las mafias del narcotráfico para transportar pequeñas cantidades de droga a cambio de un mínimo pago. Pidió su indulto y unas 2000 quedaron en libertad cuando la Asamblea aprobó el indulto condicionado a las personas condenadas por transportar hasta 2 kilos de droga. Para él la justicia sólo era para los pobres y dijo que se redujo muchísimo el hacinamiento en las cárceles.

Byron Moreno fue detenido en N.Y. en posesión de 6 kilos de heroína. El Vice-Canciller dijo que Ecuador velará porque tenga un proceso justo en EE.UU., que es la política de Ecuador con todos sus ciudadanos presos en el exterior, y que trabajarán para que sus derechos sean respetados y que las condiciones sean las adecuadas. ¡Cómo quisiéramos que nuestras autoridades velaran porque los procesos judiciales sean justos y que los derechos y condiciones sean las adecuadas en nuestro país!

Moreno, árbitro mundialista, comentarista deportivo con empleos en radios y canales de televisión, no parece un pobre y desempleado agobiado por la miseria transportando droga con valor entre $400.000 y $500.000. El Fiscal Distrital considera que a Moreno le habrían ofrecido entre $40.000 a $50.000. Esto es 10%.

Entonces, las mafias del narcotráfico seducirían a las víctimas del sistema agobiadas por la miseria con un “mínimo pago” de $13,300 a $16,600, redondeados, por transportar dos kilos de droga avaluadas entre $133.333 y $166.666. ¡Manera rápida no sólo de salir del desempleo sino de enriquecerse y hasta convertirse en empresarios! A estos pobrecitos protege el presidente.

El presidente en lugar de culpar a la sociedad debe tomar responsabilidad por élla y debe tener un juicio claro acerca de dónde la victimización profunda se encuentra. Los traficantes de drogas, “mulas” o no, no son víctimas, sino aquellos cuyas vidas son arruinadas por las drogas. El poder en las manos de un presidente que no puede apreciar el daño profundo que causa el narcotráfico es un peligro grave. El presidente, que justifica el narcotráfico, que no condena el terrorismo disfrazado de guerrilla, no es apto para gobernar.

Por : Carlos Sagnay